El éxito genera éxito
Ya en el 2013, la periodista y escritora Ann Friedman ponía en negro sobre blanco por primera vez la expresión Shine Theory o, lo que es lo mismo, ese “yo no brillo si tú no brillas”.
El asunto de base sostiene que resulta mucho más beneficioso apoyar a tus colegas mujeres que competir por reconocimiento, alabanzas y upgrades laborales. Y que ese beneficio debe resultar siempre mutuo. Una inversión mutua a largo plazo.
Pero no fue hasta 2016 que este tema explotó en los medios de comunicación, eminentemente gracias a las mujeres de la administración Obama. Ellas idearon una estrategia ganadora para hacerse oír en la Casa Blanca. ¿Cómo? Tres sencillas vías:
Fue al darse a conocer en los medios, cuando este tipo de estrategias y gestos se contagiaron a otras comunidades, tanto en Washington como en todo el país. Casos como el de las mujeres de la CNN de Washington o el de la corredora de maratones Shalane Flanagan hablan de que esto funciona, y que beneficia a la sociedad en su conjunto.
La colaboración y la cooperación en el emprendimiento —y en la vida— sirven para trabajar tanto proyectos como valores.
Personalmente, creo al 200% en que la cooperación a la hora construir y dar forma a ideas y proyectos de calado es básica. Y no, no se trata de pedir siempre algo a cambio pero tampoco de ser una ONG (o un primo, según se mire). El reto de encontrar el equilibrio, de identificar a esas personas que piensan como tú y que creen en la colaboración para el beneficio mutuo es un reto complejo porque las necesidades de cada uno y la prisa por monetizarlo todo suele hacer que las mentes se nublen y piensen que apoyar a alguien es normalmente una pérdida de tiempo. Sin ver más allá y siendo cortoplacistas.
Obviamente, todo parte de la confianza en uno mismo y de las posibilidades que vemos en los demás, lo que ya supone de base algo que se tiene o no se tiene: visión a medio y largo plazo. Aunque, si no la tenemos, puede trabajarse.
Quizá, querido lector, aún no te hayas dado cuenta de lo que quieres o quién puede ser ese espejo en el que mirarte, quién te va a enseñar y qué puedes enseñar tú, pero el coraje es gratis y construir relaciones que signifiquen algo, dejar un legado personal, es más potente que cualquier libro de autoiluminación de Sadhguru Jaggi Vasudev.
La soledad nunca es buena para construir y, si construyes acompañado, llegarás más lejos siendo más feliz.
Debemos ser conscientes de que a medida que una mayor igualdad de género lleva a más y más mujeres a puestos de liderazgo, la necesidad de construir relaciones más sólidas y de apoyo dentro de su equipo y entre compañeros de trabajo es aún más importante, con lo que este punto de vista tiene mucho sentido.
¿Shine Theory = Networking?
Muchas veces se confunden los términos. Lo despejaré rápido: la Shine Theory tiene que ver con una inversión emocional. Esa es la gran diferencia con el networking de toda la vida. Es un tema de confianza, en uno mismo y en los demás, pero sobre todo de transparencia. La Shine Theory no se refiere solo a lo estrictamente profesional, ni solo a regalar amistad al primero que nos mire por la calle.
Debemos decidir dónde se establecen los límites, pero sobre todo, debemos identificar nuestros objetivos y fortalezas: ¿eres más un cheerleader para los demás? ¿Eres más de ayudar a la gente a sacar lo mejor de sí misma para que ese nuevo self de alguien al que has ayudado te venga de vuelta? ¿O quizá sabes mucho de finanzas y te falta conocimiento sobre marketing? Alguien necesitará de ti y tú de ese alguien.
Busquemos Shine Theory partners que nos ayuden a ser mejores emprendedores. Y mejores personas.